domingo, 12 de mayo de 2013

Soy Socia-lista: no confíe en mí.


Hace uno par de meses he vuelto a militar la Partido Socialista. Sí, es el peor momento en el que uno puede tratar de recuperar la fe partidaria. Escuchando hoy a Camilo Escalona en la mañana lo vuelvo a confirmar. Es probablemente el mejor momento para que a una militante del partido de la Presidenta Bachelet, se le caiga la cara de vergüenza al ofrecer un gobierno ciudadano. Camilo Escalona, quien procuró por años convencer al país de que la Concertación era la única tienda que ofrecía garantías para fortalecer la democracia, hoy no quiere participar en elecciones primarias convencionales en su distrito, porque no dan garantías. El mismo senador que durante años trató de convencer al electorado de que el Partido Socialista era fiel a su legado democrático y de izquierda, dice hoy públicamente que las elecciones internas del mismo, no son garantes de elecciones democráticas que den fe de la participación activa de la militancia. Argumenta además, que no son pocas las elecciones primarias en donde han habido irregularidades y que el partido, en su ambición de poder , a través del tribunal interno, guardó silencio para no alborotar las aguas, para no desgranar el choclo.
Este es el mejor momento para mandar todo a la cresta, para ponerse rojo de vergüenza y volver a la comodidad de la ciudadanía líquida, esa que no tiene amarras, esa que no saca cálculos con excell para ver lo que es conveniente o no.Este es el mejor momento para reconocer que todos lo que me dijeron“para que vas a volver a a esa cueva de corruptos”, tenían razón. Es el mejor momento para reconocer un error. He perdido tantas veces, que asumir la mala opción una vez más, realmente no sería tan grave, pero no lo haré porque tenemos que profundizar la desconfianza en nuestro pueblo.
No, no es un error de tipeo lo que usted ha leído: La única labor que da sentido a que siga en el partido y con más fuerza que nunca, es que toda la ciudadanía desconfíe de mí en tanto militante responsable del mismo.
Por favor no me crea nada de lo que digo, aunque suene sincera: compruébelo. Sépalo, amo el poder como objeto de estudio y también de seguro me gustaría ejercerlo. Soy socialista y puedo transformarme en socia-lista ¿por qué tendría que ser diferente a aquellos que usted perfectamente conoce? Puedo llegar a ser corruptible, puedo ser capturada, puede que alguien me ofrezca un buen precio y me venda. Es probable que me guste la comodidad de la silla en algún ministerio, o en algún municipio.Podría llegar a ser asesora, estudié un Magíster en Gobierno para eso y podría atornillar al revés con bastante propiedad.
Créame, le puede ablandar el corazón contándole que mi padre fue torturado y que mi familia se fue refugiada a Venezuela, o que mi hogar fue una casa de seguridad en donde mi familia arriesgó su vida cobijando a quienes llegarían a ser incluso presidente del senado.
Se lo ruego dude de mí, y de los que al igual que yo queremos quedarnos en el partido por soñar con que volvamos a ser dignos de la confianza pública. Dude, se lo suplico.Deje de creerme si le digo que volví al partido en mi comuna , Pedro Aguirre Cerda, solo porque ahora se llama Joaquín Pérez, que es de seguro, uno de los militantes más nobles que he conocido en mi vida,que nunca tuvo un cargo, que nunca fue a una elección y que solo lo mantenía en pie la ingenua creencia de que el partido podría volver a ser decente como lo fue en la dictadura, cuando el ejercicio del poder era imposible. Dude cuando le digo que el murió creyendo en eso y sin ver signo alguno de que aquello sucediera.
Dude y haga trizas aquello que no soy capaz de fundamentar ni de demostrar. Si llego al congreso, verifique si voy a las sesiones, vea como voto, exíjame mi declaración de patrimonio. Verifique muchas veces si ese se incrementa sospechosamente, el patrimonio propio, o el de mi familia o el de algún amigo cercano. Vea en Poderopedia (www.poderopedia.org)quienes son mis amigos. Aprenda también a usar el portal CiudadanoInteligente (www.ciudadanointeligente.org).Revise en las historias de la ley en la Biblioteca del CongresoNacional (www.bcn.cl), como voté, que dije, que apoyé y que dejéde apoyar. Detecté en forma exacta cuando lo traicioné.
Si trabajó en un municipio, pregunte a través del SIAC o de la OIRS aquello que le levante alguna duda. Sino le respondo o sino le convence la respuesta, recurra al Consejo para la Transparencia (www.consejotransparencia.cl)y a la Comisión Defensora Ciudadana (www.comisiondefensoraciudadana.cl). Dude si llego a ser alcaldesa o Concejala. Sea parte del Consejo Comunal,exija explicaciones, levante la mano, levante la voz. Organícese con otros para cambiar la ley de Participación Ciudadana (www.leychile.cl/Navegar?idNorma=1023143), está permite megaorganizaciones nacionales que puede presionar para resolver que los consejos operen no solo sobre la gestión pública sino también sobre el diseño de políticas públicas.
Si trabajo en un ministerio no se descuide ni por un minuto. Exija que su organización sea parte del Consejo de la Sociedad Civil. Sepa que aprobamos una ley tan precaria, que no nos exige ir a buscar a las organizaciones con las trabajamos directamente, sino que deposita la responsabilidad en la organización que la mayor de las veces no conoce la ley, por lo tanto no se acerca.
Sospeche de mi porque mi partido me obliga a aceptar que lo convenza de que Carlos Montes debe ser senador. No tengo nada contra él, solo le quiero contar que nunca senos consultó si era el mejor candidato, ninguno de mis compañeros de base participó en votación alguna que lo legitimara. Lo impuso el Comité Central, aquellos que todo lo saben, aquello que tienen el poder decidir con el dedo. Sí, aquellos que le están prometiendo un gobierno ciudadano.

Se lo suplico, se lo ruego: no confíe mí. Menos en los esperanzados pelotudos de las bases que se van a quedar en este escenario absurdo, tratando de que nuestra tienda sea más noble, más democrática y más digna de llamarse la casa de Allende y la casa de Bachelet.
Si usted vuelve a creernos, todo esto será en vano. Si usted nos vuelve a dar nuevamente un cheque en blanco, nada de esto habrá sido realmente importante. Porque nosotros, los militantes más puros y sinceros, de seguro, nos volveremos nuevamente a reír de usted en su cara.